lunes, 9 de mayo de 2011

La culpa la tiene Anna Wulf

Realmente la culpa es de Anna Wulf, de Anna Wulf y de su Cuaderno Dorado, hacía tiempo que un libro no me trataba no tanta insolencia. Quizá ha sido la primera vez.
Al principio jugamos a un juego extraño, yo te miré de lejos, con pereza, simplemente como a aquello que se suponía debía leer, manoseé tus páginas con mi adolescencia y tú me devolviste letargo y hastío, te dejé dormir largo tiempo en una estantería vacía. A veces te miraba al pasar y siempre me apetecías mas tarde.
Cuando ya mi flequillo contaba tres canas tomé la determinación de hacerte frente y supe casi en ese instante que me acompañarías largo tiempo, quizá siempre. Es algo que simplemente se sabe, se sabe como una sabe que… en realidad no tengo certezas de nada.
Me hablaste desde Anna Wulf y tuve tanto miedo y a la vez tantas ganas de ser ella. En el transcurrir de tus hojas los más de 50 años que nos separan se me antojaron segundos, lo lógico sería que la brecha fuera inmensa, pero querida Anna siento decirte que nunca se terminó de esculpir la mujer moderna. Al menos yo quedé totalmente inacabada y comprenderte resultó amargamente sencillo. Y yo también me miró masoca en la sombra del otro, de la otra en este caso, y caminé con los zapatos de Anna y me imaginé escribiendo sus cuadernos.
Los cuadernos de Anna están en cuatro fragmentos y los fragmentos de Anna son cuatro cuadernos. Los leí con atención y sentí que yo misma me divido absurda y poliédrica y tengo cuidado de separar mis fragmentos, entre mis dos ciudades, mis dos edades (la de niña y la de mujer), a menudo me presento invencible y a menudo vencida. Anna me contó que en estos casos es difícil hacer nada y pensé en que hacía ella, simplemente escribir aun cuando no sabía muy bien para qué.
Así que la culpa de este blog la tiene Anna Wulf, aunque no sepa muy bien para que, iré escribiendo aquí lo que surja de cualquiera de mis fragmentos. Pienso que no le importará que de vez en cuando tome prestado un trocito de sus cuadernos. Ni siquiera pienso que le importe a Doris por mucho que mi escritura sea torpe.

2 comentarios:

  1. SOY FAN FAN FAN! QUIERO MÁS.....

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  2. No pensaras... que eres la única, culpando a Anna. "por ser como ella"

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